Me amarga el sabor del dolor humano
viviendo en esta frágil casa
donde las columnas pierden fuerza
y las vigas del vigor se desmoronan y se caen
el pan de la vida sólo ha sido pan
fermentando la meteria de la carne humana
el dolor nos crece para cumplir su plan
madurando en nosotros a su rojo inquilino
en la quietud de la oscuridad y del silencio
me alejo de casa
aquí he vivido y ahora voy a morir
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